Cuando empezaron a lanzar los misiles desde Gaza, el Hospital Hadassah entró en emergencia de inmediato. Tristemente los hospitales en Israel están familiarizados con este tipo de situaciones, pero con la experiencia viene la mejora y dedicación para atender a las víctimas del terrorismo y la guerra.

El lugar de Hadassah en el centro de la salud de Jerusalén, ofrece una perspectiva única en cómo el trauma ha afectado directamente a la gente de esta antigua ciudad y sus alrededores. Los bombardeos indiscriminados han provocado sufrimiento indescriptible para los judíos, cristianos y musulmanes. Incluso Cisjordania ha estado recibiendo ataques de parte de Hamas desde Gaza.

No son solo las heridas físicas que Hadassah trata, sino que también ayuda a sanar las heridas psicológicas. Su equipo psiquiátrico, reconocido a nivel mundial, ayuda a los pacientes en su centro de intervención, una facilidad fundada por australianos en el 2006 con el fin de atender y ayudar a niños hasta los 18 años, de todas las religiones, culturas y nivel socioeconómico.

Jerusalén es una de las ciudades con menos ventaja de Israel por tener el índice más alto de trauma en jóvenes del país. Generalmente con Hadassah, el JCIC tiene una política de puerta abierta: aquellos que busquen tratamiento se les atenderá lo antes posible y de la manera más humana y respetando su forma de ser y creencias.

Esta política forma parte de la organización DNA, la cual se fundó en 1912, después de la declaración de su fundadora, Henrietta Szold.

Esta ha estado practicando lo que predica desde hace 100 años, y es el motivo por el que Hadassah fue nominado para un Premio Nobel en el 2005. Incluso hoy, en medio de la guerra y la desequilibrada reacción de varias partes del mundo, Hadassah continúa ofreciendo un servicio implacable sin discriminación.

Un excelente ejemplo involucra al Prof. Ahmed Eid, Director del Departamento de Cirugía General en Monte Scopus.  Durante la guerra, el Prof. Eid de 64 años, nacido en un pueblo árabe llamado Daburiyya, fue el cirujano de Chen Schwartz, un soldado israelí que recibió dos balazos de un terrorista que iba en motocicleta en Jerusalén.

El resultado de sus habilidades y de su equipo médico salvó la vida del soldado, a pesar del terrible daño que tenía su cuerpo y la gran cantidad de sangre que perdió.

Después de salvarle la vida, el Prof. Eid dijo: “Utilizamos todo para salvar a este hombre, cuando estás en una situación así en Hadassah, sabes que nunca te darás por vencido hasta encontrar una manera de salvarlo”.

Mientras algunos se sorprenden de cómo un médico árabe atendió a un paciente israelí en un hospital judío, para el personal de Hadassah es simplemente “trabajo como siempre”. Nadie podría estar más contento de eso, que los padres de Chen Schwartz.

“El cuidado aquí es maravilloso, el equipo es muy cálido. Por favor agradezcan de nuestra parte a las mujeres y partidarios de Hadassah por haber creado este maravilloso hospital. No nos hacemos ilusiones, si no hubiera sido por ellos nuestro hijo hubiera muerto; Chen es un muchacho fuerte y con la ayuda de D-os y Hadassah estará bien.” Dijo Miri Schwartz, la madre de Chen.

Muchos expresan sentimientos similares en lo que termina la guerra en Gaza, algunos de estos pueden ser familiares de los pacientes de Gaza a pesar de que son pocos quienes expresan sus sentimientos públicamente.