Cuando Moisés Mischne,  judío adolescente de  Ciudad de México, planeaba su viaje de Bar Mitzvá  a Israel, probablemente no era consciente de la increíble Mitzvah que él haría en el Hospital Ein Kerem de Hadassah en Jerusalén. Moisés, cuyo hobby es hacer magia, solamente sabía que iba a hacer un par de trucos para algunos niños. Y, en efecto, el 24 de diciembre de 2013, Moisés se convirtió en el ilusionista que creó  la magia de traer alegría y sonrisas a los niños enfermos en tratamiento en Hadassah.

Moisés es el nieto de Rubén y Toby Mischne, generosos donantes mexicanos que han apoyado la construcción de la nueva Torre Sarah Westman Davidson en el Hospital Hadassah en Ein Kerem. Rubén y Toby se encuentran entre los más importantes contribuyentes a la actividad de Hadassah en México y cumplen un papel importante en liderar los esfuerzos que Hadassah realiza en México para ayudar a completar la construcción y equipamiento de la Torre.

Durante la visita, Moisés estuvo acompañado por sus abuelos paternos y maternos, junto con otros 20 miembros de su familia. Entre ellos se encontraban varios niños de diferentes edades, para quienes el encuentro con niños enfermos en Hadassah fue su primera oportunidad de poner en práctica la mitzvá de Bikur Jolim, visitar a los enfermos.

La visita comenzó en el Centro de Niños y Madres,  donde el grupo mexicano fue recibido por un grupo mixto de niños que están hospitalizados en Hadassah. El grupo de niños que los recibió fue un cuadro ilustrativo de lo que representa Hadassah: un muchacho árabe de Jerusalén Este al lado de otro chico del barrio ultra ortodoxo de Mea Shearim. Los niños en Hadassah habían preparado tarjetas para felicitar a Moisés y su familia, llena de hermosos dibujos y mensajes que querían entregar a sus nuevos amigos mexicanos. Pero se sorprendieron al descubrir que el » Bar Mitzvá» y su hermana menor, Vanesa, también estaban allí para darles unos minutos de alegría.

Moisés y Vanesa le pidieron a algunos de los niños de Hadassah que fueran voluntarios para los trucos de magia y tanto el niño árabe y el chico de Mea Shearim se ofrecieron como voluntarios. Los niños avanzaron conectados a suero y en sillas de ruedas, para incorporarse a lo que se convirtió en un espectáculo de magia corto, realizado con traducción del español al hebreo y al árabe. El público estalló en aplausos, y por un momento, no fueron ni más ni menos que una sola familia celebrando junto, independientemente de los orígenes y la geografía de cada uno.

Los niños mexicanos entraron luego en la sala de pediatría para distribuir los regalos que habían traído de casa: muñecas típicas mexicanas,  algo que haría que los niños en Hadassah recordaran  a sus visitantes llegados de un país lejano a través del mar.

Al salir del Centro Pediátrico y de Maternidad, el grupo se detuvo para ver la placa que reconoce la contribución de la familia Mischne a Hadassah. Fue un momento conmovedor para las tres generaciones de la familia posando juntos en un momento que celebro la alegría y el orgullo de dar con el corazón abierto.

Mientras caminaban hacia la nueva Torre Sarah Westman Davidson, uno de los miembros de la familia, dijo: «Lo que acabamos de hacer con los niños, debemos hacerlo los 365 días del año . Estoy tan emocionado. Me llevo conmigo este mensaje a toda mi gente en México: si quieren hacer Tzedaká, este es el lugar para hacerlo”.

Tras un breve recorrido por la nueva torre, la familia Mischne completó su visita en la sinagoga  Moisés Saba, la nueva sinagoga de Hadassah, que fue construida gracias al generoso apoyo de otra familia mexicana, la familia de Alberto y Vicky Saba.

Moisés se puso de pie en medio de la sinagoga para hacer un pequeño discurso final frente a sus padres, abuelos y todos los demás miembros de su familia: » Gracias por estar siempre conmigo, sé que estarán conmigo siempre, tanto en los buenos como en los malos momentos. Espero que los niños que conocimos el día de hoy sepan que siempre vamos a estar con ellos también. »