Liana Alvarez estaba caminando por la pronunciada carretera hacia el Hotel Rey Salomón de Jerusalén, durante su viaje a Israel en relación al renacimiento de las mujeres judías, cuando de repente un camión bajaba rápidamente por la colina y no pudo esquivarlo.
Liana, de 36 años, cayó y grito “¡alto, alto alto!”, pero el camión terminó encima de ella. Liana recuerda que había mucha gente ahí, “me sentía mareada”. “Escuché sirenas mientras me cortaban la ropa, pero me preguntaba por qué no me estaban sacando de abajo del vehículo”.
Liana no se había dado cuenta que estaba atrapada debajo de una de las llantas. El Departamento de Rescate tuvo que levantar el camión para poder sacarla.
Cuando Liana llegó al Hospital Hadassah, el Dr. Miklosh Bala, Director de la Unidad de Trauma y Cuidados Graves de Cirugía, la estaba esperando. “Estaba muy lastimada y en shock, por lo que no entendía la gravedad de lo que le había sucedido”, explico.
Liana fue como un rompecabezas que se necesitaba armar dijo el Dr. Bala; fue difícil decidir qué hacer primero. Necesitaban abrir su estómago y cerrar las arterías que sangraban; el ortopedista necesitaba arreglar sus huesos rotos. Tenía una fractura abierta de pelvis, de la cual el 50% de los pacientes mueren. “El tratamiento inicial de una fractura de pelvis es crítico para poder salvar la vida del paciente”, dijo el Dr. Rami Mosheiff, Director de la Unidad Ortopédica de Trauma en Hadassah.
Liana fue sedada y entubada mientras un grupo de especialistas multidisciplinarios fueron convocados. Tuve varias cirugías incluyendo una angiografía urgente para tratar el sangrado interno de su pelvis y varias heridas en el tejido blando. El Dr. Bala explicó que sus músculos se dañaron y destruyeron la piel, lo cual hacia más complicado todo porque ahora tenían que lidiar con necrosis (muerte del tejido) e infecciones severas. Liana tenía que ser anestesiada para cambiarle los vendajes.
“Tener un cuarto privado para ella hizo toda la diferencia, tenía más oportunidad de sobrevivir en el hospital de la torre Sarah Wetsman Davidson”, dijo el Dr. Bala. Sin embargo, el Dr. Bala no se tomo un solo día mientras ella estaba bajo su cuidado. “Cualquier falla y ella podía morir”.
También fue de mucha ayuda que el Dr. Bala hablaba ruso pues Liana nació en Baku, Azerbaiyán y su idioma nativo era el ruso. El Dr. Bala quien nació en Rusia, emigro a Israel después de terminar sus estudios y se graduó de la Academia Médica de Moscú y la Universidad Médica de Grodno en Rodno, Bielorrusia. El Dr. Bala hizo su residencia en cirugía en Hadassah, empezó en el 2000, cuando inició la Intifada. Su experiencia con víctimas del terrorismo lo expuso a medicina de trauma, área en la que se especializó después. El Dr. Bala está casado con una doctora y uno de sus dos hijos estuvo como médico de las Fuerzas de Defensa de Israel durante la Operación Margen Protector, el verano pasado.
“Gracias a Dios el tratamiento funcionó. Liana fue una paciente destacada que hizo todo lo que se le pedía para que mejorara”, dijo el Dr. Bala.
“Los doctores son brillantes, sé que ellos salvaron mi vida”, dijo Liana.