En la tercera noche de Janucá, en Hadassah Ein Kerem, Hananiah, herido en un atentado terrorista, encendió la menorá junto con el profesor Josh Schroeder, del equipo ortopédico que le salvó la vida.
«Me alegra estar en Hadassah esta noche y aportar más luz al pueblo de Israel, la luz que los terroristas creían poder apagar».

Hananiah Ben Shimon, de 24 años y residente de Jerusalén, se vio afectado por el atentado terrorista en la carretera de Ma’ale Adumim. Resultó gravemente herido, pero logró disparar al atacante, quien fue neutralizado.
Desde entonces, se ha sometido a complejas cirugías ortopédicas y a un largo proceso de rehabilitación en Hadassah que le han permitido recuperar su independencia. En la ceremonia, organizada por el rabino de Jabad de Hadassah, Israel Naftalin, Hananiah encendió las velas de Janucá junto con el Prof. Josh Schroeder, jefe de la Unidad de Cirugía de Columna de la División de Ortopedia de Hadassah, cuyo equipo le salvó la vida.

“Estoy aquí hoy después de una larga rehabilitación y cirugías que me devolvieron las capacidades que perdí a causa de la lesión”, declaró Hananiah en la ceremonia. “El equipo de ortopedia de Hadassah —el Prof. Meir Liebergall y el Prof. Yoram Weil, el personal de la UCI, todos los departamentos del hospital y, por supuesto, el equipo del Centro de Rehabilitación Gandel en el Monte Scopus— me ayudaron a recuperarme. Este es un largo camino y han sido una verdadera fuente de luz a lo largo del mismo.

“Este es un momento muy emotivo y significativo. Me alegra estar en Hadassah esta noche y aportar más luz al pueblo de Israel, la luz que los terroristas creyeron poder apagar”.