Un niño de dos años llegó al Centro Swartz de Medicina de Emergencia en el Hospital Hadassah Ein Kerem, conducido allí por su médico local porque se dio cuenta de que la condición médica del niño era urgente. El niño pequeño estaba letárgico y tenía una erupción púrpura característica de una peligrosa cepa de bacterias.
La Dra. Naama Schwartz, especialista en medicina de emergencia de Hadassah, relata: “Nuestro diagnóstico inicial de meningococemia resultó ser correcto. La infección ya había llegado al cerebro y al torrente sanguíneo del niño. Nuestro equipo médico logró salvar al niño minutos antes de que todo se perdiera”.
El tiempo es un factor crítico en tal situación, explica el Dr. Saar Hashavia, director de la sala de emergencias pediátricas de Hadassah Ein Kerem. “Las marcas de color en un niño que no desaparecen cuando las presionas”, dice, “a menudo son un signo de una infección bacteriana agresiva y peligrosa. Puede resultar fatal en cuestión de horas. Los bebés y los niños pequeños corren más riesgo y los padres deben estar atentos y buscar ayuda de inmediato. Afortunadamente, este niño va a estar bien”.