Un equipo de neurólogos israelíes de la Organización Médica Hadassah, en colaboración con colegas del Colegio Académico de Tel Aviv-Yafo, ha confirmado que los pacientes con ELA experimentan menos dolor si tienen una actitud positiva hacia su enfermedad.
Los pacientes que evitan la depresión, revelan los hallazgos del estudio, tienen una mayor calidad de vida percibida, independientemente de su discapacidad física. El Dr. Marc Gotkine, jefe de la clínica ELA de Hadassah y uno de los investigadores principales, explica que «los médicos pueden ayudar en este proceso».
Lea en From the Grapevine cómo el Dr. Gotkine se acerca a sus pacientes, desde el primer momento que comparte el diagnóstico con ellos a través de visitas posteriores a medida que comienzan a digerir su situación y sus opciones.
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