La investigación pionera del Centro Médico Hadassah está dirigiendo el camino para explorar nuevos tratamientos innovadores con células madre para revertir las discapacidades que deja una apoplejía.

Mientras que el cerebro contiene células madre que son capaces de cierta regeneración, el problema es que no hay suficientes y no sobreviven por mucho tiempo. Para ser efectivos en aliviar los daños ocasionados por una apoplejía, estas células madre necesitan ser mejoradas.

Trabajando con un modelo animal, el equipo de investigación del Laboratorio de Investigación Cardiovascular Peritz y Chantal Scheinberg de Hadassah, descubrieron una mejora poderosa: las plaquetas desprenden macropartículas que contienen factores de crecimiento cruciales que desencadenarán el desarrollo de nuevos glóbulos rojos y células nerviosas, así como reparar y proteger las que ya existen. Los investigadores, bajo la dirección del Prof. Ronen Leker, director del Laboratorio Scheinberg y los servicios de apoplejía en Hadassah, inyectaron plaquetas en los hemisferios cerebrales del cerebro del animal, ofreciendo un “nicho de apoyo” para las células madre ya existentes para que así pudiesen proliferar. (Las plaquetas se cosecharon de donaciones pasadas al banco de sangre que iban a ser descartadas por fecha de caducidad; sin embargo, el Prof. Leker explicó que cualquier plaqueta se puede utilizar).

El resultado: Las plaquetas incrementaron de manera significativa la proliferación de las células madre neurológicas y el crecimiento de nuevos vasos sanguíneos, reportó el Prof. Leker. Adicionalmente, las ratas experimentaron una reducción en la apoplejía inducida y el déficit de comportamiento.

El siguiente paso es probar el tratamiento en humanos. La incidencia de apoplejías es de 775,000 individuos al año en Estados Unidos, 1,000,000 en Europa y 15,000 en Israel. Los médicos de Hadassah utilizan las técnicas más actualizadas para tratar las apoplejías cuando llegan los pacientes a tiempo al hospital; por ejemplo stentreivers, en la que se extrae el coagulo del vaso sanguíneo, sin dejar defectos neurológicos. Pero muchos pacientes llegan al hospital demasiado tarde para que los médicos puedan prevenir perdidas neurológicas.

El Prof. Leker reportó que la mayoría de las apoplejías son isquémicas, donde un vaso sanguíneo ya sea dirigido hacia el cerebro o dentro, está bloqueado. Una persona que sufre de una apoplejía, pierde 1.9 millones de neuronas cada minuto que no se atiende, es por eso que decimos “El tiempo es cerebro”, dijo el Prof. Leker. Alrededor de un 15% a 30% de los individuos que sufren de una apoplejía son incapacitados permanentemente; no pueden caminar, hablar con claridad o comer por si solos. Encontrar una manera de regenerar los vasos sanguíneos dañados y las células nerviosas, podría devolver la vida a miles de millones de personas alrededor del mundo.