Sesenta y siete no es número común, pero es el que resuena profundamente para nosotros por la conexión a la Guerra de Seis Días, ocurrida en 1967.
El sentimiento de estar bajo ataque sigue muy presente, aún en la solemne ceremonia del Hospital Hadassah Monte Scopus, en la cual se recordó a los 78 hombres y mujeres que iban camino al hospital en Monte Scopus. ¿Qué ha cambiado?, preguntó David Cassouto, hijo de la víctima Hannah Cassouto; su madre sobrevivió los campos de concentración para posteriormente poder ser reunida con sus hijos en Israel y mantuvo a sus tres hijos laborando como investigadora del laboratorio del Hospital Hadassah. Sus hijos crecieron bajo el cuidado de sus abuelos. Su hermana Sarah vive en el Kibutz Sa´ad, donde millones de misiles cayeron durante la posición defensiva el verano pasado.
En la mañana del 13 de abril de 1948 (4 de Nissan), 10 vehículos se juntaron en el centro de Jerusalén para manejar a Monte Scopus. Una bomba explotó en el camino cerca de la ambulancia donde iban el Director General, Chaim Yassaky y su esposa Fannie. A pesar de que estos eran vehículos médicos y que las personas mostraban las banderas blancas desde sus coches, los terroristas atacaron. Cinco vehículos lograron dar la vuelta y regresar, pero los otros cinco fueron atacados con armas y bombas Molotov. Durante siete horas estuvieron bajo ataque; muchos murieron quemados, a pesar de que las fuerzas británicas estaban cerca.
Lo que solía ser un día de luto para la familia de Hadassah, se convirtió en una ceremonia nacional. El Municipio de Jerusalén fue representado por el Alcalde Zion Turgeman y el jefe de las FDI, el cantor Shai Abramos cantó “El Malei Rachamim”. La Prof. Tamar Peretz, Director Interina, habló acerca de la dedicación continua del personal de Hadassah para salvar vidas y continuar con el trabajo de sus antecesores. La Directora de Hadassah Monte Scopus, la Dra. Osnat Levzion-Korach se asegurará de que el hospital continúe atendiendo a todos los pacientes, sin importar su raza, religión y género.
Una de las coronas estaba en la piedra de recuerdo en el campus del hospital, colocada por un grupo de cristianos británicos para pedir perdón en nombre de su país, por no haber rescatado a los doctores, enfermeras y pacientes.
Entre las personas de luto estaba Iris Yassaky, la nieta de Chaim Yassaky. “Mi abuela solo habló dos veces en su vida acerca del convoy de ese día, después ya no lo toleraba, era demasiado para ella”, dijo Yassaky.
“Mi abuelo, el oftalmólogo famoso a nivel mundial, recibió una bala en el hígado, se despidió de su esposa y murió. Ella se quitó su blusa y trato de parar el sangrado y camino de regreso sin su blusa. Un Jeep de oficiales británicos que solían tomar el té con los Yassaky los domingos por la tarde, la vieron y le ofrecieron un aventó y algo para que se cubriera; ella no lo aceptó y siguió caminando”.
Yael Maliach Shimoni agradeció a Hadassah nuevamente por el paquete de muñecas que recuerda haber recibido de parte de una mujer de Hadassah, después de que su padre Shimon Maliach murió en el convoy. “Eramos muy pobres y mi madre quedó viuda con cinco hijos; de repente recibí un paquete con hermosas muñecas y libros para colorear. Ahora soy abuela, pero nunca olvidaré ese hermoso regalo”.
Entre otras coronas, también estaban algunas de HMO, enfermeras y la compañía de camiones Egged, que entonces se llamaba Hamikasher, y que también perdió a choferes en el convoy. Barbara Goldstein, Directora de las oficinas de Hadassah en Israel y Barbara Sofer, Directora de Relaciones Públicas, colocaron la corona de parte de HWZOA.
Que los miembros de nuestra familia de Hadassah, quienes dieron sus vidas para curar a los enfermos, siempre sean bendecidos.