La Dra. Shani Paluch-Shimon, jefa de la Unidad de Cáncer de Mama de la Organización Médica Hadassah, colaboró con expertos de todo el mundo en un estudio que investigó la seguridad de la lactancia materna después del cáncer de mama en pacientes portadoras de variantes patogénicas o probablemente patogénicas germinales del gen BRCA.

Para muchas mujeres, el recorrido a través del cáncer de mama es una historia de resiliencia, temor y esperanza. Pero para aquellas que portan mutaciones en el gen BRCA—conocidas por aumentar significativamente el riesgo de cáncer de mama y de ovario—el camino es aún más complejo. Y cuando estas mujeres se convierten en madres después de recibir el diagnóstico de cáncer de mama, surge una pregunta urgente: ¿Es seguro amamantar?

Un esfuerzo global para responder una pregunta personal

El estudio internacional liderado por la Dra. Shani Paluch-Shimon y sus colegas ofrece una respuesta alentadora. La experta de la Organización Médica Hadassah se unió a investigadores de 78 centros médicos de todo el mundo, que colaboraron para determinar si la lactancia después del cáncer de mama es segura en mujeres con mutaciones BRCA. Estas mutaciones, que se transmiten de generación en generación, se asocian con un mayor riesgo de desarrollar cáncer de mama a una edad temprana. El estudio se centró en mujeres diagnosticadas con cáncer de mama invasivo en estadio I-III antes de los 40 años, entre 2000 y 2020.

De más de 4,700 portadoras de BRCA incluidas en el estudio, 659 tuvieron un embarazo tras su diagnóstico de cáncer. De ellas, 474 dieron a luz, y entre estas, 110 optaron por amamantar.

Lo que revelaron los datos

Tras excluir a las mujeres que se habían sometido a mastectomías dobles preventivas antes del parto o cuyo estado de lactancia era desconocido, los investigadores compararon los resultados entre quienes amamantaron y quienes no.

¿Los resultados? Después de un seguimiento mediano de siete años, el riesgo de que el cáncer reapareciera localmente o se manifestara en la mama contralateral no fue significativamente mayor en las mujeres que amamantaron. De hecho, la incidencia acumulada de recurrencia fue ligeramente menor: un 29% en el grupo que dio lactancia materna, en comparación con un 37% en el grupo que no lo hizo. De manera importante, no se observaron diferencias significativas en la supervivencia libre de enfermedad ni en la supervivencia global entre ambos grupos.

Equilibrando seguridad y maternidad

Los hallazgos, publicados en la prestigiosa revista JNCI: The Journal of the National Cancer Institute, desafían una preocupación de larga data entre las sobrevivientes de cáncer de mama y sus médicos: que la lactancia pudiera, de algún modo, aumentar el riesgo de recurrencia del cáncer. Para las portadoras de BRCA, que a menudo enfrentan decisiones difíciles sobre cirugías preventivas y planificación familiar, este estudio aporta un grado de claridad.

Se sabe que la lactancia materna brinda numerosos beneficios tanto para la madre como para el bebé, desde fortalecer la inmunidad infantil hasta fomentar el vínculo afectivo. Ahora, para las jóvenes sobrevivientes de cáncer de mama con mutaciones BRCA, parece que optar por amamantar no compromete su salud.

Lo que esto significa para las pacientes

Si bien cada situación es única, esta investigación subraya un mensaje importante: la maternidad después del cáncer de mama es posible, y la lactancia puede formar parte de ese proceso. Las mujeres con mutaciones BRCA deberían sentirse con la confianza de hablar sobre sus opciones con sus equipos médicos, respaldadas por la evidencia que apoya tanto el bienestar oncológico como el materno.

Al final, no se trata solo de sobrevivir al cáncer—sino de vivir plenamente después de él.