En el Centro Médico Hadassah, los médicos e investigadores del Instituto Cardíaco, están resolviendo misterios del corazón que resultan en retos clínicos, por ejemplo: ¿Cuáles son los mecanismos por los que una válvula cardíaca se reduce?, ¿Cuál es el proceso por el cual las arterías se bloquean con colesterol? y ¿Por qué el corazón se transforma después de un ataque cardíaco y se deteriora su trabajo?

Estas son las preguntas que se están investigando en el Centro de Investigación del Instituto Cardiovascular.

A pesar de que ésta es la investigación principal del Instituto, el Director, Dr. Ronen Beeri dijo: “No somos únicamente un laboratorio de investigación; estamos encontrando soluciones a los problemas que surgen en la cabecera de nuestros pacientes”.

El Dr. Beeri explicó que las enfermedades de válvula son una epidemia en constante crecimiento, particularmente en estenosis aórtica, dónde la válvula aórtica se reduce. Esto, explico él, es parcialmente un resultado del hecho de que cada vez más gente es salvada de los ataques cardíacos, y por lo mismo viven más. La idea es trazar la causa de esta degeneración de la válvula, para así poder encontrar un tratamiento efectivo.

Simultáneamente, los médicos e investigadores de Hadassah están investigando la correlación entre infecciones e inflamaciones, así como el desarrollo de aterosclerosis, como parte de un estudio financiado por una gran parte de la Unión Europea. Una hipótesis que se está explorando es que las infecciones gingivales, posiblemente estén contribuyendo a la aceleración de aterosclerosis.

En la práctica clínica, los doctores de Hadassah están observando que después de un ataque cardíaco, el corazón del paciente se transforma de cierto modo, que pone en riesgo al individuo con la posibilidad de falla cardíaca. EL Dr. Beeri explicó que aparte de realizar un trasplante de corazón, no tienen otro tipo de tratamiento para levantar al corazón y sacarlo de éste estado de falla.

Trabajando en colaboración con el Dr. Robert A. Levine, médico del Laboratorio de Ultrasonido Cardíaco del Hospital General de Massachusetts, el Dr. Beeri está tratando de encontrar por qué el corazón sigue este proceso, qué procesos celulares ocasionan que las células fallen y cómo prevenir esta transformación perjudicial. Se están realizando experimentos con una oveja en el Hospital General de Massachusetts, bajo la supervisión del Dr. Levine, el Dr. Beeri y científicos de la Escuela Médica de Harvard; los cuales están enviando muestras moleculares al Hospital Hadassah.

El Dr. Beeri también está colaborando con el Dr. Roger Hajjar, líder en el campo de terapia genética cardiaca y Director del Centro de Investigación Cardiovascular en el Centro Médico Monte Sinaí de Nueva York, en la utilización de terapia genética para reemplazar las células que están fallando por unas nuevas. Por ejemplo, están tomando virases que no ocasionan una reacción inmunológica dentro del cuerpo y las están implementando como transportadores de material genético en específico hacia las células del corazón, las cuales suben el nivel de calcio, algo necesario para tener contracciones sanas del corazón. Simultáneamente, este nuevo material genético inyectado, posteriormente asegura suficiente eliminación de calcio para prevenir saturación de células, las cuales serían perjudiciales.

En el ejemplo de la oveja, cuando los investigadores implementaron un gen para controlar el calcio, la oveja demostró mejor función cardíaca y compensación.

Con esta técnica, ya demostrada a ser exitosa en animales, los médicos de Hadassah recientemente participaron en las primera pruebas multinacionales, dirigidas por el Dr. Hajjar, utilizando este virus en los pacientes.

Basado en el posible descubrimiento de hace seis años, en el que el apéndice ventricular izquierdo de una oveja contenía células madre, las cuales permiten que el corazón se repare por sí sólo, los médicos de Hadassah están separando células madre de este apéndice y las inducen para especializaras en células cardiacas que puedan reparar las células que se perdieron por los ataques y enfermedades cardíacas. Estas células han demostrado comportarse como células cardíacas maduras y realmente se contraen en el momento de inducción.

Actualmente los médicos de Hadassah están implementando estas células madre a ratones, directamente en las áreas infartadas. El Dr. Beeri reportó que los resultados preliminares indican que estas células sí crecen dentro del músculo del corazón y se convierten en células cardíacas maduras.

“El reto en la terapia celular está en determinar cómo llevar esta terapia al área clínica”, dijo el Dr. Beeri.

Otro camino de investigación se empezó a explorar en Hadassah para amplificar los agentes de señalización del corazón, los cuales le dicen a las células que vayan al área dañada y la reparen. Con esta técnica, podrán usar las mismas células del paciente para reparar el corazón, a diferencia del trasplante de células ajenas al cuerpo. Los investigadores de Hadassah están examinando diferentes agentes de señalización en un tubo de ensayo para ver cómo se relacionan con las células cardíacas que están en el otro tubo de ensayo.

Viendo hacia el futuro, el Dr. Beeri supone: “Es probable, que un futuro cercano, podamos inducir algunas partes del corazón para regenerar y limitar el daño causado por ataques cardíacos”.

El grupo del Dr. Beeri, también está colaborando en un proyecto dirigido por el Dr. Kobi Bortman, profesor y General retirado de las Fuerzas Aéreas Israelíes, quien busca crear un modelo computarizado del corazón. Esto ayudará a que los médicos puedan utilizar la computadora para analizar los efectos de un tratamiento o ciertos medicamentos para el corazón, antes de dárselo al paciente. Así mismo, dijo el Dr. Beeri, “podremos tomar tomografías y resonancias de la válvula del paciente, moldear la imagen en tercera dimensión y después poder construir una nueva válvula personalizada para implementar en el corazón del paciente. Este trabajo preliminar puede romper las fronteras médicas en cardiología”.

La historia exitosa de un paciente

El Sr. G., un maestro de historia de edad, tuve un infarto de miocardio hace algunos años. Lo indujo a una transformación ventricular  y derrame de la válvula mitral, lo que empeoró la transformación. El Sr. G. tenía síntomas de falla cardíaca. Desde la cirugía que tuve hace unos años, existía el riesgo de que la falla continuara. Basado en el trabajo del laboratorio del Dr. Beeri, el cual demuestra que para atrasar el proceso de transformación se necesita reparar el derrame de la válvula mitral, el equipo del Instituto Cardíaco de Hadassah realizó una reparación de la válvula en el laboratorio de cateterismo sin abrir al Sr. G., utilizando un aparato llamo MitraClip. “Tuvimos éxito en reducir el derrame de manera significativa. Ahora, despeñes de un mes de la operación, el Sr. G. se siente mucho mejor y ahora puede pasear por su vecindario, incluso está reconsiderando retomar sus clases”.