
Ante la amenaza iraní, Hadassah cuenta con hospitales subterráneos con 350 camas para pacientes hospitalizados, dedicados a curar y salvar vidas.
“Poco después de que sonara la sirena la madrugada del viernes, decenas de miembros del personal se movilizaron para abrir ambas áreas subterráneas y trasladar a los pacientes de forma ordenada y profesional”, declaró el profesor Yoram Weiss, director general de la Organización Médica Hadassah, en un informe dominical.
El Hospital Hadassah Monte Scopus y el Hospital Hadassah Ein Kerem operan unidades subterráneas para pacientes transferidos desde todos los departamentos del hospital. La mayoría de los pacientes se encuentran estables, pero las unidades están completamente equipadas para atender a pacientes críticos con respiradores o que necesitan oxígeno.
El profesor Weiss destacó que en el Hospital Hadassah Monte Scopus se estableció un hospital subterráneo inmediatamente después del inicio de la guerra, aunque no fue necesario activarlo hasta hace pocos días.
“Ya en la noche del 7 de octubre, comenzamos la construcción de una unidad subterránea en el nuevo Centro de Rehabilitación Gandel, con la clara convicción de que Israel tendría que atender a pacientes y heridos bajo graves amenazas y ataques con misiles. Nos coordinamos de forma independiente con todas las autoridades y proveedores, y gracias al trabajo decidido y al apoyo de la Junta Directiva de Hadassah, logramos crear un hospital completamente equipado, listo para operar de inmediato”.
Esta amplia unidad cuenta con alrededor de 140 camas y está preparada para atender a pacientes transferidos desde todos los departamentos del hospital, incluyendo niños y bebés.
En el Hospital Hadassah de Ein Kerem, los quirófanos se encuentran en cuatro plantas subterráneas, lo que permite continuar con las cirugías incluso durante ataques con misiles.
“En el área subterránea de Ein Kerem, donde los quirófanos funcionan de forma óptima en caso de emergencia, preparamos un sistema integral para el tratamiento de pacientes y heridos, incluyendo camas de cuidados intensivos para casos graves”, explicó el profesor Weiss, y añadió: “Este espacio cuenta con unas 140 camas y nos permite trasladar a los pacientes a las instalaciones más protegidas y seguras disponibles”.
“Mantuvimos estas unidades en perfecto estado de funcionamiento durante toda la guerra”, señaló el profesor Weiss.
Poco después de que sonaran las sirenas la madrugada del viernes, decenas de miembros del personal se movilizaron para abrir las dos unidades subterráneas y trasladar a los pacientes.
Este fue un esfuerzo de equipo delicado y profesional, llevado a cabo con precisión y rapidez, pero siempre con la seguridad de los pacientes y el personal como máxima prioridad. Agradezco a todos y cada uno de nuestros colaboradores por su trabajo.
En los próximos días, el tratamiento continuará en estas instalaciones subterráneas, realizado por nuestros equipos con sumo cuidado, dada la situación nacional.
Con Israel bajo ataque, necesitamos su apoyo ahora más que nunca.
Cada donación ayuda a los hospitales Hadassah a tomar las medidas cruciales necesarias para tratar a los pacientes durante esta crisis, brindar atención de emergencia de primer nivel cuando más se necesita.