Hablando en un seminario web organizado por Hadassah International, para más de 200 personas de 25 países de todo el mundo, el Director General de la Organización Médica Hadassah, Prof. Zeev Rotstein, explicó que el futuro seguirá requiriendo hospitales para realizar una doble misión: tratar a los pacientes con COVID-19 en entornos aislados en paralelo con el cuidado de todos los demás pacientes que requieren hospitalización.
Afortunadamente, señaló, Hadassah está bien posicionada para enfrentar este desafío. Debido a que la antigua instalación para pacientes hospitalizados, conocida como el Edificio Redondo, estaba en proceso de renovación, el profesor Rotstein señaló que «resultó ser un tesoro«, muy adecuado para convertirse en el hogar de cinco unidades COVID-19, dos de las cuales son unidades de cuidados intensivos (UCI).
Inicialmente, algunos hospitales israelíes no estaban preparados para la pandemia, informó el profesor Rotstein. Se encontraron sin suficiente equipo de protección personal e incluso carecían de un desinfectante básico como el alcohol. Hadassah entró en acción y comenzó a fabricar su propio desinfectante Hadassol, que compartió con otros hospitales, dijo. Otros comenzaron a copiar los protocolos de Hadassah, y el hospital se convirtió en un modelo a seguir para el país.
Hadassah también ha ido más allá de las fronteras de Israel para compartir sus protocolos. El profesor Rotstein informó que Hadassah Moscú ahora cuenta con una instalación de prueba de coronavirus. Además, Hadassah está ayudando a la Autoridad Palestina a establecer laboratorios de prueba.
«Estamos trayendo a los pacientes de vuelta del ángel de la muerte«, señaló el profesor Rotstein. Utilizando métodos y medicamentos modernos, explicó, Hadassah está salvando a muchos de los que se enferman gravemente. Hadassah tiene muchos miembros del personal que, como el Prof. Rotstein, fueron capacitados en preparación para desastres y aportan ese conocimiento para enfrentar esta pandemia. Además, el profesor Rotstein relató: «Hay un espíritu muy singular que, junto con la tecnología, nos está ayudando a reducir la tasa de mortalidad». Al mismo tiempo, Hadassah ha podido reclutar enfermeras de la UCI bien capacitadas para trabajar en las unidades COVID-19. Todo esto disminuye la mortalidad, dijo.
Mirando hacia el futuro, el profesor Rotstein reconoce que «aún es un misterio si COVID puede regresar«. Pero, dice, el hecho de que Hadassah se digitalizó hace tres años será de gran ayuda en esta nueva realidad. Estar preparado para diagnosticar y tratar a los pacientes digitalmente para que el personal médico pueda ayudarlos de forma remota reducirá el número de víctimas resultantes de la pandemia.
El profesor Rotstein advirtió que a pesar de la necesidad de centrarse en COVID-19, Hadassah debe continuar construyendo su infraestructura general para prepararse para futuras necesidades médicas que existirán en paralelo con los desafíos de COVID-19. Con este fin, pidió a los oyentes que consideraran acelerar su apoyo financiero.
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