Traducido y extraído del artículo en hebreo del 17 de mayo de 2022 en ynet

En la clínica establecida por la Organización Médica Hadassah (HMO) para refugiados ucranianos en el Centro de Refugiados de Przemyśl en la frontera entre Polonia y Ucrania, los equipos médicos y de enfermería de Hadassah tratan a cientos de pacientes todos los días. Recientemente, después de haber identificado rápidamente la preeclampsia que amenaza la vida, fueron fundamentales para facilitar el nacimiento exitoso de una hermosa niña de la mujer embarazada.

Natasha Manilox tenía 41 semanas de embarazo cuando llegó a la clínica. “Natasha había sido evacuada con sus tres hijos de su hogar en la ciudad ucraniana de Kherson”, relata el Dr. Doron Kabiri, miembro de la Misión Médica Humanitaria de HMO en la clínica y jefe de la Clínica de Embarazo de Alto Riesgo en el Hospital Hadassah Ein. Kerem. “Ella nos dijo que los bombardeos sobre su casa se volvieron masivos. De repente, la amenaza a sus vidas era real e inminente”.

Durante el último mes, Natasha y sus hijos se mudaron de un lugar a otro. Su esposo, al igual que otros jóvenes, tuvo que permanecer en Ucrania ya que se le negó la salida del país. Aunque se sentía cansada y enferma, no se controlaba su embarazo y no tenía acceso a ningún tratamiento médico.

El Dr. Kabiri señala: “Natasha sabía que algo andaba muy mal. Tenía claro que necesitaba que la examinara un médico y se alegró mucho al saber que yo era un experto en medicina obstétrica y ginecológica. Conectamos rápidamente”.

Con la ayuda de una ecografía y varias pruebas, el Dr. Kabiri y sus colegas determinaron que Natasha sufría de preeclampsia avanzada, una situación muy peligrosa tanto para la madre como para el bebé. La condición, explica, implica la contracción de los vasos sanguíneos que, por un lado, provoca un aumento de la presión arterial y, por el otro, conduce a una disminución del flujo sanguíneo a la placenta y al feto. Como resultado, el crecimiento del feto se ve afectado.

En el caso de preeclampsia severa, que tuvo Natasha, existe el riesgo de desarrollar eclampsia, lo que puede provocar convulsiones y pérdida del conocimiento. En esta situación, enfatiza el Dr. Kabiri, no se puede dejar a una mujer embarazada sin una estrecha supervisión y un tratamiento inmediato.

El diagnóstico alarmó a Natasha, y con razón”, dice el Dr. Kabiri. “Pero todos nosotros en el personal médico y de enfermería de Hadassah la tranquilizamos y apoyamos hasta que fue evacuada a un hospital en Polonia para el parto inmediato del bebé”.

Más tarde, el Dr. Kabiri se enteró de que Natasha dio a luz con éxito a un bebé saludable. “Todo el equipo aquí estaba muy emocionado”, dice. “Durante dos meses, muchos pacientes han recibido una excelente atención médica en nuestra clínica, acompañada de mucho apoyo y una atención tierna y amorosa, pero el caso de Natasha nos conmovió mucho. El diagnóstico de su condición crítica salvó su embarazo. Después de tantas dificultades y preocupaciones, la familia ahora está feliz y optimista, disfrutando de su nuevo bebé”.

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