Una vez que comenzó el bombardeo, una madre soltera y su hija de 9 años tuvieron solo unas pocas horas para huir de su ciudad natal de Dnipro, en el centro-este de Ucrania. Al irse con tanta prisa, no pudieron volver a surtir el medicamento que toma la hija para evitar que su fibrosis quística (FQ) se convierta en una amenaza para la vida. La FQ afecta a múltiples órganos del cuerpo, lo que a menudo dificulta la respiración y provoca infecciones respiratorias.

Madre e hija pasaron cinco días en la carretera sin la medicina. La condición de la joven se deterioró día a día. Cuando llegaron al Centro Polaco de Refugiados en Przemyśl, la salud de la niña estaba gravemente comprometida. La madre desesperada llevó a su hija al Centro de Ayuda de la Cruz Roja, donde un equipo médico de Hadassah, junto con varias organizaciones humanitarias, atendía una clínica médica para los refugiados. A pesar de la grave condición de la niña, los médicos y enfermeras de Hadassah pudieron salvarle la vida.

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Pie de foto: la paciente de 4 años, en brazos de su madre junto al Dr. Alexander Gileles Hillel, neumólogo pediátrico de Hadassah y experto en trastornos del sueño