Hasta hace poco, pocos ciudadanos árabes israelíes jóvenes se ofrecieron como voluntarios para el Servicio Nacional como sus homólogos judíos. Hadassah está ayudando a cambiar eso.

Durante los últimos tres años, la Organización Médica Hadassah (HMO) ha ofrecido un programa diseñado para hombres y mujeres jóvenes árabes, de 17 a 23 años, que desean ser voluntarios. El programa ha tenido tanto éxito que los voluntarios que pueden vivir lejos del hospital, incluso del otro lado de un puesto de control fronterizo, vienen todos los días.

“Muchos de los voluntarios árabes no hablan hebreo y pueden tener un inglés deficiente”, dice el coordinador del programa, Raneem Atieh. “Reciben cursos de idiomas y orientación sobre los diferentes estilos de vida culturales que experimentarán en el hospital”.

“Las clases de idioma y cultura son una bendición”, dice Safaa Qnebi, de 21 años, que se ofreció como voluntaria para el programa. “En lugar de enseñar el alfabeto, las lecciones se enfocan en el hebreo conversacional y profesional”, dice ella.

Qnebi comenzó a trabajar como voluntario en el Hospital Hadassah Ein Kerem en agosto de 2021, en medio de la pandemia de COVID-19. Entre las innovaciones de HMO durante la pandemia estuvo la disposición del hospital a permitir que sus seres queridos ingresen a las salas de COVID una vez que se hayan puesto ropa protectora y hayan recibido información.

“Traería a los miembros de la familia preocupados”, dice Qnebi. “Tenía un poco de miedo al principio, pero mi capacidad para ayudar me fortaleció. Aun así, era la primera vez que veía a pacientes gravemente enfermos”.

Para voluntarios como Qnebi, el hospital ofrece apoyo psicológico y emocional cuando es necesario.

Más tarde, Qnebi trabajó en las salas de parto junto con las parteras de Hadassah. A menudo actuaba como intérprete para futuras mamás árabes que no hablaban hebreo.

“A lo largo de los dos años, mi personalidad cambió”, dice Qnebi. “Me volví más fuerte y más segura de mí misma. Encontré nuevos amigos de todos los ámbitos de la vida. Fue una experiencia increíble. Algunos árabes no entienden el Servicio Nacional y dicen cosas como ‘estás ayudando a los judíos y probablemente no estés aprendiendo nada’. Está tan lejos de la realidad. Durante mi período de voluntariado, comencé a soñar con trabajar en Hadassah en el futuro”.

Ese sueño ahora se ha convertido en una realidad. Qnebi es actualmente coordinadora de investigación en el Departamento de Esclerosis Múltiple. Simultáneamente, se está preparando para tomar los exámenes de ingreso a la Escuela de Enfermería de la Universidad Hebrea Henrietta Szold Hadassah.

La coordinadora de voluntarios, Talia Hirshman, elogia el programa extraordinario, que incorpora la importancia del Servicio Nacional con el desarrollo personal: “Todos estamos aprendiendo unos de otros. Este es solo el comienzo.»