De niño de Ucrania a ingeniero de cohetes israelí

Cuando Inna Stepanova Zamir tenía 14 años, no sabía nada sobre ser judía. «Mis abuelos maternos habían sufrido tanto por el antisemitismo que no querían que mi madre hablara de nuestra judeidad», explica.

Pero luego Zamir y su hermana, Anya, asistieron a algunos programas de la Agencia Judía en su ciudad natal de Jarkov, una ciudad importante en Ucrania. Se encendió una llama sionista para las hermanas. Solicitaron participar en el programa Naaleh, donde los adolescentes van solos a Israel a estudiar.

Como excelentes estudiantes, ambos fueron aceptados. Cuando Inna tenía 15 años, vivían y estudiaban en el pueblo de Hadassah Meir Shfeya Youth Aliyah. «Había mucho a lo que adaptarse: un nuevo idioma, una nueva comida y niños que te cuentan todo lo que tienen en mente», dice. «Nos mimaron los niños de la ciudad, y de repente estaba recolectando huevos y trabajando en el comedor».

Ajuste ella hizo, sin embargo. «Cuando entré en las Fuerzas de Defensa de Israel, estaba mejor preparada que la mayoría para la vida comunitaria», recuerda. Zamir apareció en las noticias deteniendo a un terrorista que intentaba cruzar a Israel. «Parecía inestable», relata, «y tenía experiencia en la lectura del lenguaje corporal».

Zamir siempre tuvo una inclinación hacia la física y las matemáticas y estaba bien preparado por la galardonada escuela de Meir Shfeya para estudiar en la facultad de Ingeniería Aeronáutica del Technion. Se casó con uno de sus compañeros de ingeniería que conocía del ejército. Mientras tanto, sus padres, inspirados por sus hijas sionistas, se mudaron a Israel.

Zamir apareció nuevamente en las noticias recientemente cuando ganó el Premio Gemunder 2019, que financiará sus futuros estudios e investigaciones. Su doctorado está en el momento de la propulsión del cohete.

«Quiero agradecer a las mujeres de Hadassah por su apoyo desde hace mucho tiempo a Meir Shfeya, que lo ha convertido en una institución educativa de alto nivel que lo abarca y por preocuparse por estudiantes como yo», relata Zamir. «Usted proporcionó el puente entre mi infancia en Ucrania y mi vida en Israel. Me hiciste parte de la familia Hadassah, no solo cuando era estudiante sino para siempre. Me diste mi futuro.

Ahora Zamir está ayudando a garantizar la seguridad del futuro de Israel.

Hadassah, la Organización Sionista de Mujeres de América, ha estado apoyando a la Juventud Aliyah desde que los primeros adolescentes europeos fueron rescatados de Hitler en 1933. Desde entonces, Hadassah ha ayudado a miles de niños de la Juventud Aliyah a alcanzar sus sueños.